Pimienta negra

En la cocina, se suele usar en preparaciones largas como caldos, guisos y estofados para que su sabor se libere lentamente. Molida es ideal para añadir al final de platos como carnes, pescados, verduras o cremas, reforzando y equilibrando sabores. También se usa en marinados, salsas y vinagretas, combinando bien con hierbas como romero, tomillo y perejil.

Se recomienda conservarla en frascos herméticos, protegidos de la luz y humedad para mantener su aroma y potencia. Usar el grano entero en recetas de cocción lenta y la pimienta molida en platos de cocción rápida o al final. En general, se sugiere usarla con moderación para evitar irritaciones y aprovechar sus cualidades sin excederse.

Tiene propiedades antibacterianas, antioxidantes, antiinflamatorias y digestivas. Se usa habitualmente para favorecer la digestión, reducir la inflamación, controlar los niveles de azúcar y colesterol, y retrasar el envejecimiento celular. Además, puede ayudar a detener sangrados leves y mejorar la pigmentación de la piel en ciertas condiciones.

Se debe evitar o moderar su consumo en personas con problemas digestivos como gastritis, úlceras gástricas, reflujo, enfermedad inflamatoria intestinal o hemorroides, ya que puede irritar y agravar síntomas. Puede interactuar con medicamentos y causar malestar estomacal o irritación si se consume en exceso. En cantidades comunes en la alimentación es segura para la mayoría.